
En en ámbito de la educación, escuchar es primordial para que los alumnos logren adquirir los aprendizajes, sin embargo, las mayores quejas que acontecen en los establecimientos, es que los alumnos no saben escuchar, por lo que los educadores sufren grandes desgastes repitiendo una y otra vez lo que han dicho o bien, rogando que estos escuchen y pongan atención a sus mismos compañeros. Para comprender todo de una manera más clara, debemos plantearnos la siguiente pregunta:
¿Qué es escuchar?
Proceso mediante el cual convertimos el lenguaje hablado en imágenes significativas. Los niños aprenden a hacerlo mediante las conversaciones en que han participado o que se les ha dado la oportunidad para hacerlo, apropiándose de las reglas del lenguaje como del respeto de los turnos de los participantes de dicha conversación, interpretando el significado de algunas palabras según contexto.
Existen 4 formas diferentes de scuchar:
- Escuchar atencional: Focalizar la atención en un estímulo para así, obtener alguna información.
- Escuchar analítico: Se analiza lo escuchado para poder resolver algo.
- Escuchar apreciativo: Se realiza por el goce de escuchar y analizar.
- Escuchar marginal: Permite captar otros estímulos además de lo que es el foco de la atención.
Sin embargo, en la escuela se desarrolla el escuchar atencional, ya que los alumnos pasan gran parte de su tiempo aquí, prestando atención a lo que habla el profesor. Además, escuchar implica más que estar presente mientras el otro habla, ya que es necesario que no se interrumpa al locutor ni con palabras, ni con gestos de desagrado e impaciencia. Para poder lograrlo, se tiene que tener en consideración los intereses y necesidades de los oyentes, dando un buen y correcto ejemplo de cómo un oyente debe actuar mientras otra persona habla.
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