
“No es un pecado capital cometer un error de ortografía”.
Los niños piensan sobre su escritura. A raíz de esto, la autora del artículo mantiene un diálogo con la creadora de un CD realacionado con el tema, el cual trata de lo siguiente:
- “los chicos tienen la mala costumbre de no pedir permiso para empezar a aprender”, desgraciadamente en la escuela tradicional se piensa que los niños son ignorantes, por lo que ambas realizan una investigación que demostrará que los infantes llegan a la escuela con nociones y conocimientos previos que no deben ser menospreciados.
- Luego, existen vaivenes en el cambio de pensamiento de los profesores con respecto a dicha situación. Se dice y se pretende realizar cambios en el sistema educativo, pero la escuela se excusa con la "tradición educativa", no realizando innovaciones. La base para formar este cambio, es el respeto intelectual.
- ¿El lugar del saber es del docente? , Si los docentes se quedan con la idea de la supuesta ignorancia de los niños, nunca los dejarán desarrollarse. Contrariamente, si se les hace partícipes de sus aprendizajes, se les abrirán nuevas posibilidades desconocidas antes para ellos.
- Dictado: ¿método de aprendizaje?. Claro ejemplo de la tradicionalidad de la escuela, además de muchas veces no saber para qué se utiliza este "método de aprendizaje". “Si el alfabetizar no es introducir a la cultura escrita del tiempo en que vivimos no se entiende cual es la función de la escuela” Esto da pie a la importancia de internalizarlos o utilizar recursos como: computador e Internet.
- Respetar el proceso de anticipación y verificación: Muchas veces los padres se desesperan cuando los niños no escriben claramente. Sin embargo la autora menciona y recalca un punto fundamental: "al comenzar a hablar tampoco lo hacían correctamente pero no se les impidió hacerlo". Debemos dejar de colocar todos los aspectos formales por delante y preocuparnos más bien de introducir a los niños de buena forma a la cultura escrita. El fin de la autora no es sólo que sepan descifrar palabra que no comprenden (fito foca, flaco, etc.), sino que los niños puedan lograr distinguir una poesía de una narrativa, de una definición, etc. En síntesis, podemos rescatar que: no se deben coartar las habilidades del niño, y esto se puede realizar perfectamente sin necesariamente tener que “adelantarlo” a lo que aún no le corresponde (tradicionalmente hablando).
- No dejar al niño “hacer” por sus errores ortográficos: "Los computadores", actualmente la ortografía que reutiliza en los correos y Chat es lo que menos preocupa a quien lo utiliza, sin embargo cuando se crean documentos, textos, etc. es el mismo computado quien indica los errores. ¿Por qué no se pueden utilizar estos métodos de corrección en la escuela y en pro de los alumnos, integrando la tecnología que es cercana a ellos?
- ¿Pueden producirse cambios en la manera de escribir?. Es posible, pero por existen palabras que tienen distintas posibilidades de escritura, "preescolar", que se puede escribir de tres formas “preescolar, preescolar y pre-escolar”. El sentido no cambia, y la autora menciona que “si un chico no escribe porque tiene miedo de cometer un error de ortografía, yo prefiero distenderlo y que escriba porque existen otros medio de corrección”.
- ¿De quien es la culpa?:Es común que muy frecuentemente se le heche la culpa de la mala ortografía, lectura y redacción al nivel anterior de educación en que se encuentran los niños , sin embargo, se olvidadn de algo primordial: la alfabetización es un proceso continuo que debe desarrollarse en cada etapa.
- Uno de los puntos relevantes es no estancar los objetivos educativos, ya sea por los diversos niveles económicos u otras razones comunes. No por ser pobres la gente no puede aprender y/o acceder a una educación de calidad. Ya que si los profesores tienen ese preconcepto, coartan desde un principio las posibilidades de los alumnos.
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